Con este juego "Memory", además de la memoria, se trabaja la relación entre los colores y las emociones. Las fichas de colores con sus caritas dibujadas ayudan a visibilizar sentimientos y a practicar el vocabulario de las emociones. Se aprende a interpretar las expresiones de los rostros y a asociarlas con las emociones, de modo que se fomenta la empatía y la asertividad, además de ayudar a reconocer los propios sentimientos y a verbalizarlos.
También puedes jugar al "memory" tradicional, de modo que voltees todas las fichas y tengas que recordar dónde está su par.