En Llibreria Fabre, sabemos lo importante que es mantener en buen estado los libros de texto, especialmente cuando se trata de protegerlos de las aventuras diarias de los niños. ¡Uno de los métodos más efectivos para alargar la vida útil de los libros, ya sabes, es forrarlos!
Aunque pueda parecer una tarea sencilla, forrar un libro correctamente requiere de un poco de destreza. Por eso, te presentamos una guía práctica para que, en solo 5 pasos, puedas proteger los libros de tus hijos con estilo y eficiencia.
¡Y aquí puedes ver a Eugènia poniéndolo en práctica!
Paso 1: Reúne los materiales necesarios
Antes de empezar, asegúrate de tener todo lo que necesitas a mano. Esto no solo agiliza el proceso, sino que te garantiza un acabado más profesional. Los materiales básicos que te recomendamos son:
Paso 2: Mide el papel o plástico
Coloca el libro sobre el papel o plástico adhesivo que vas a utilizar. Asegúrate de dejar un margen de al menos 5 cm por cada lado del libro. Esto te permitirá envolver bien las cubiertas y asegurarte de que el forro quede bien fijado.
Para libros de tamaño estándar, como los de texto o cuadernos, suele ser suficiente con un rollo de forro de 45 cm de ancho. Si el libro es más grande o tiene una encuadernación especial, mide con una regla para estar seguro de que el forro cubrirá toda la superficie.
Recuerda marcar las esquinas y los bordes con un lápiz para poder cortar el plástico de forma precisa y sin desperdiciar material.
Paso 3: Recorta el forro
Con las marcas ya hechas, es momento de recortar el forro. Utiliza las tijeras para hacer un corte limpio, siguiendo las líneas que trazaste con el lápiz. Si estás utilizando forro adhesivo, es importante no retirar la protección del adhesivo hasta que hayas ajustado el corte, ya que esto evitará errores al colocarlo.
Si el forro es de papel no adhesivo, tendrás que asegurarte de que el tamaño que has cortado sea el correcto para luego poder fijarlo con cinta adhesiva.
Paso 4: Coloca el forro cuidadosamente
Si estás utilizando forro adhesivo, empieza despegando una esquina del protector y colócala con mucho cuidado en una de las esquinas del libro. Asegúrate de alinear bien los bordes antes de seguir despegando el resto del adhesivo.
Ve aplicando el forro poco a poco, alisando la superficie con un paño o una tarjeta de plástico para evitar que se formen burbujas de aire. Si utilizas forro de papel, colócalo bien ajustado alrededor del libro y fíjalo con cinta adhesiva en el interior de las cubiertas.
Para obtener un acabado más pulido, asegúrate de que no haya pliegues en las esquinas y que el forro esté completamente estirado.
Paso 5: Ajusta las esquinas y remata los bordes
El último paso consiste en trabajar bien las esquinas y bordes. Dobla los extremos del forro hacia el interior de las cubiertas del libro, asegurándote de que queden bien ajustados. Si el material es adhesivo, recorta las esquinas en diagonal para que puedas doblarlas sin que se acumulen pliegues.
Fija bien los bordes internos con cinta adhesiva, tanto en las esquinas como en los lados, para que el forro no se despegue con el uso. Revisa que todo esté bien ajustado y que las tapas del libro puedan abrirse y cerrarse sin problemas.
¡Listo! Libros protegidos para todo el curso