Un colorido juego de pegatinas con divertidos gatitos se puede utilizar para decorar cualquier superficie de la habitación de un niño: paredes, muebles, decorar cuadernos y libretas, un diario escolar o cubiertas de libros. Con un poco de fantasía, puedes inventar historias y aventuras emocionantes. Un aplique de pegatinas sobre papel, decorado en un marco, se convertirá en una decoración inusual de la habitación de un niño o en un regalo original.